lunes, 17 de octubre de 2011

Fundación mitológica de Roma

El Coliseo de Roma

AMOR ROMA AMOR

Hannibal, el peor enemigo de Roma

La Última Batalla de los 300

mARATÓN Y las terMÓPILAS

Esparta, Código de Honor

ALEJANDRO MAGNO

GRECIA

EGIPTO

LOS PERSAS

El Imperio Romano - El Bosque De La Muerte rafaelblanno

Las Guerras Dacias

Julius Caesar

Espartacooooo

el imperio romano 01 - la primera guerra barbara 1-5

las humanidades en la era 2.0

http://www.lavanguardia.com/estilos-de-vida/20111014/54229795673/las-humanidades-en-la-era-2-0.html

lunes, 10 de octubre de 2011

BANQUETE ROMANO

Los trabajos de Hércules

http://www.slideshare.net/RSB2010/los-12-trabajos-de-heracles

Yacimientos romanos en Madrid

http://www.slideshare.net/RSB2010/yacimientos-arqueolgicos-romanos-en-madrid

LA CASA GRIEGAY ROMANA

ÉPICA GRIEGA

TEATRO GRIEGO

ANIBAL. EL PEOR ENEMIGO DE ROMA

LA GUERRA DE TROYA

http://www.luduslitterarius.net/presentaciones/Troya/Guerra%20de%20Troya.html

CARRANQUE

http://www.flickr.com/photos/56411623@N08/sets/72157625346739579/show/

El PANTEÓN

El Panteón

1. Características generales:
a.    Habitan en el monte Olimpo en grandes palacios.
b.   Son de carácter antropomorfo, es decir, se les atribuye forma y rasgos humanos.
c.    Guardan un orden jerárquico de tipo patriarcal.

2. Dioses, linaje, atributos e iconografía: 
Zeus-Júpiter: es hijo de Crono y Rea. poder supremo sobre los dioses y los hombres. Sus atributos son el águila, el cetro, la égida y el rayo. Se le suele representar sentado en un trono con el torso desnudo, el manto en torno a las piernas, llevaba la cabeza coronada de olivo, en la mano derecha sostenía una Nike y en la izquierda el cetro rematado por un águila; el manto estaba adornado de lirios y las sandalias eran de oro.
Museo del Hermitage.  Flickr
Hera-Juno: hermana y esposa de Zeus. Preside los nacimientos y es protectora del matrimonio. Sus atributos son la diadema, el cetro y el pavo real. Se la suele representar majestuosa y solemne, normalmente con una diadema y un cetro y a veces sentada en su trono acompañada de un pavo o una granada. 
Juno Barberini Museo Pio Clementino. 
/www.theoi.com/
Atenea-Minerva: diosa de la sabiduría, artes y oficios, y de la guerra en sentido táctico, hija de Zeus y Metis. Sus atributos son la lechuza, el casco, el escudo y el olivo. Se la suele representar con la armadura hoplítica, con el casco en donde suele llevar la cabeza de Medusa y el peplo. 
Atenea Giustiniani.Museo Pio Clementino.
/www.theoi.com/
Afrodita-Venus: diosa del amor y de la belleza, nacida de la espuma que surgió al caer los genitales de Urano al mar. Sus atributos son la concha, la manzana, el ceñidor con el que enamora a cualquiera que la mirara y la paloma. Se la representa normalmente como una bella joven, vestida o desnuda, en función de si se quiere o no explotar su sensualidad y en ocasiones aparece acompañada de su hijo Eros (Cupido), también dios del amor. 
Nacimiento de Venus de Botticelli Galería de Uffizi. 
Wikipedia
Deméter-Ceres: hija de Crono y Rea y, por tanto, hermana de Zeus , es la diosa de la agricultura, concretamente de los cereales, la fecundidad y el amor maternal. Sus atributos son la espiga, el narciso, la adormidera, la hoz y la grulla. Se la representa como una digna matrona,, empuñando o bien una antorcha, una cornucopia (símbolo de la fecundidad) o una amapola.
Museo Pio Clementino www.theoi.com
Hestia-Vesta: hija primogénita de Crono y Rea y, por tanto, hermana de Zeus, es la diosa protectora del hogar. Su atributo es el fuego sagrado que nunca ha de extinguirse. Se la representa con una larga túnica y la cabeza cubierta con un velo. En las manos sostiene una lámpara o una antorcha, pero también puede empuñar un dardo o llevar el cuerno de la abundancia.
Hestia Giustiniani. Museo Torlonia. 
www.theoi.com
Hermes-Mercurio: hijo de Zeus y Maya, es el mensajero de los dioses y el dios del comercio y la elocuencia, simboliza la astucia y la picardía.  Sus atributos son el sombrero alado, caduceo y sandaliasy así es como aparece representado.
 
Mercurio volador. Giambologna.
Museo del Louvre. Wikipedia
Ares-Marte: hijo de Zeus y Hera y amante de Afrodita, es el dios de la guerra. En Grecia no fue un dios al que se apreciara demasiado, al contrario que en Roma que fue muy venerado. Sus atributos son el casco, el escudo y las armas, su talla es sobrehuman y suele emitir terribles gritos. En algunas ocasiones aparece representado luchando en la batalla de pie, pero en otros casos se le muestra montado en un carro tirado por cuatro corceles que arrojan fuego o con un perro y un butire.
Museo Gaziantep www.theoi.com
Hefesto-Vulcano: es hijo exclusivamente de Hera y esposo de Afrodita. Dios del fuego y los metales, es el forjador de armas y escudos de dioses y héroes y el constructor de palacios y joyas .Sus atributos son el martillo, las tenazas y el yunque y así es como aparece en las representaciones.  
Museo del Prado. Wikipedia
Poseidón-Neptuno: hijo de Crono y Rea y, por tanto, hermano de Zeus, es el dios del mar y los terremotos y en general con todo lo relacionado con el mundo acuático. Sus atributos son el tridente y el caballo. Aparece representado con el tridente y montado en un carro arrastrado por animales monstruosos.

Fuente de  Neptuno. Madrid Wikipedia
Hades-Plutón: hijo de Crono y Rea y, por tanto, hermano de Zeus, es el dios del reino de los muertos y custodio de las almas. Sus atributos son el Cancerbero y el trono. Se le representa con una barba  (muy similar a Zeus y Poseidón) sosteniendo un cuerno de la abundancia con el cetro y normalmente acompañado de su esposa Perséfone y del Cancerbero.
Hades con su esposa y el Cancerbero 
Museo de Iraklion. Picasa web
Dioniso-Baco: hijo de Zeus y Sémele; el mito cuenta que Zeus, al morir Sémele fulminada por un rayo, lo terminó de gestar, cosiéndo al futuro niño a su muslo, de ahí su nomre Dioniso 'el nacido dos veces'. Es el dios del vino y el desenfreno. Sus atributos son la viña, el tirso y la pantera. Normalmente se le representa en un carro tirado por panteras, con un tirso, racimos de uvas, pámpanos y hiedras.
Baco de Miguel Ángel. 
Museo Nazionale del Bargello
Apolo-Apolo: hijo de Zeus y Leto. Dios de la belleza física, las bellas artes y de los vaticinios y oráculos. Sus atributos son el sol, la lira, las flechas y el laurel. Se le suele representar habitualmente de pie como un hombre joven y guapo, con frecuencia con una lira o un arco en la mano, los cabellos sujetos con una diadema y un carcaj a la espalda. 

Ártemis-Diana: hermana gemela de Apolo. Diosa de la castidad y la caza. Sus atributos son la luna creciente, el carcaj y el arco.  Se la suele representar acompañada de una jauría de perros, como una hermosa joven virgen, vestida con túnica roja que le llega hasta la rodilla y armada con el arco y la aljaba. Cerca de ella suele haber un cervatillo u otro animal y una comitiva de hermosas ninfas que deben hacer votos de castidad, y con quienes se dedica a la caza, su ocupación favorita. Otros atributos con los que suele aparecer a veces son unos pequeños cuernos en la cabeza en forma de media luna (y una antorcha, atributo común de las diosas de la fertilidad.
Diana de Versalles. Leocares.
Museo del Louvre. Wikipedia
Perséfone-Proserpina: hija de Zeus y Deméter y esposa de Hades. Diosa de la muerte y la renovación. Sus atributos son las plantasNormalmente aparece representada como una mujer joven, al lado de Hades en el mundo de los muertos.
 
Museo del Hermitage  www.theoi.com/

El rapto de Perséfone

El rapto de Perséfone (Proserpina) por parte de Hades (Plutón), dios de los infiernos, constituye una de las historias mitológicas más interesantes por su carga simbólica. Por una parte, el rapto como símbolo del rito matrimonial y por otra, la muerte y la renovación anual de la naturaleza a través del ciclo de las estaciones.


a. Historia mitológica: Perséfone, hija de la diosa Deméter, es raptada por su tío Hades, mientras recogía flores (de nuevo el motivo de la muchacha recogiendo flores, al igual que vimos en el relato de Europa) y llevada al inframundo. Deméter, desesperada y angustiada al no poder encontrarla, descuida sus obligaciones como diosa de la agricultura hasta tal punto que las tierras y las plantas comienzan a secarse.


Ante esta situación, Zeus consigue llegar a un acuerdo con Deméter a cambio de que vuelva a sus labores para con la naturaleza. El trato será el siguiente: Perséfone pasaría seis meses en la tierra con su madre y otros seis en el inframundo con su esposo. Cuando Perséfone está ausente, Deméter está demasiado triste para realizar sus obligaciones, la vegetación se muere y, por eso llega el otoño; pero a su regreso, Deméter trabaja con renovado vigor y todo vuelve a florecer, llega la primavera.
b. Referencias literarias:  son muchas las referencias que se hacen de este episodio en la literatura clásica. Aquí hemos seleccionado tres de ellas:

-Himno Homérico a Deméter:


Por ti Deméter augusta, la de hermosa cabellera
entonamos este himno, y Perséfone tu hija
a la que Hades robó , con el permiso de Zeus,
cuando en aquella ocasión, alejada de su madre
mientras alegre jugaba con las hijas de Océano
al par que cogía flores: azafrán, violetas, rosas
y gladiolos y jacintos, y narcisos delicados
que la tierra hizo brotar para halagar a los dioses.
Pero una brecha se abrió en la llanura de Nisa,
y allí surgió el Soberano con sus yeguas inmortales
el que fuera hijo de Crono y que tiene tantos nombres,
y aunque puso resistencia, de ella se apoderó,
terribles fueron sus gritos que suplicaban a Zeus,
más ninguno de los dioses ni de los hombres mortales
ni siquiera los olivos se apiadaron de su voz.
Sólo la hija de Perses, la escuchó desde su cueva.
Hécate la hechicera , y el Sol que todo lo ve
mientras aquella gritaba pidiendo ayuda a su padre,
mas aquél se hallaba ausente, alejado de los dioses,
recibiendo las ofrendas que los hombres le ofrecían.
Y así su tío paterno que recibe muchos nombres
se la llevó por la fuerza, según voluntad de Zeus.
Mientras la Diosa se vio con los pies sobre la Tierra
aún mantuvo la esperanza a pesar de los pesares,
pero al entrar bajo tierra, lanzó un grito de terror
que resonó por los montes y los abismos del mar,
cuando su madre lo oyó se encogió su corazón,
se desgarró su vestido y se mesó los cabellos,
y un negro velo de luto se puso sobre los hombros.
Como un ave de presa la buscó por todas partes
y la Diosa venerable vagó errante nueve días
y presa de su dolor ya no probó la ambrosía,
que es el néctar de los dioses, ni volvió a lavar su cuerpo.
Mas a la décima aurora con Hécate se encontró
con una antorcha en la mano y así le dijo a la Diosa:
(Hécate):
“Soberana Deméter la de espléndidos dones
¿quién de todos los dioses o todos los mortales
te ha quitado a Perséfone y ha afligido tu ánimo?
yo pude escuchar su voz mas no vi quién la robó”
y las dos marcharon juntas con teas encendidas
y llegaron hasta el Sol y ella le preguntó:
(Deméter):
“Sol que todo lo alumbras, ayúdame al menos tú,
si alguna vez, de algún modo, fui grata a tu corazón.
La hija a la que parí, mi más querido tesoro,
escuché su agudo grito, que resonó por el cielo
como quien sufre una afrenta, mas no pude ver quién era.
Tú que todo lo contemplas en la Tierra y en el Mar
díme si has visto a mi hija y quién me la ha rebatado.”
Así habló la de Rea y el Sol así le indicó:
(Sol):
“Hija de Rea, de hermosa cabellera
soberana Deméter, en seguida lo sabrás
pues grande es el respeto que siento por tu persona
y también la compasión por lo que te ha pasado.
Ningún otro es el culpable sino el mismísimo Zeus
que con Hades hizo un pacto para entregarle a tu hija
y que así fuera su esposa: y él se la ha llevado al mundo de las tinieblas.
A pesar de sus gritos, en su carro sombrío.
Así que tú, Diosa, procura Dejar tu llanto y no le guardes rencor…. 

Que no es un indigno yerno el soberano de tantos, 
que es de tu misma semilla y sabes bien dónde vive y 
qué lote le tocó cuando se hizo el reparto entre los tres hermanos…
CORO.
Tras decir estas palabras se marchó el Sol en su carro.
Un dolor mucho más cruel se apoderó de la Diosa
 y vagó entre los mortales alejada del Olimpo.
Así llegó cierto día hasta la tierra de Eleusis
donde gobierna Celeo, que es el rey de esta ciudad.
Y a la vera del camino se sentó junto a un olivo
muy cerca de un pozo donde sacaban agua los hombres.
Y tomando la apariencia de una anciana venerable
se la encontraron las hijas del soberano Celeo.
Y de este modo le hablaron las cuatro hijas del rey:
‘dinos anciana quién eres y desde dónde has venido,
Tan lejos de la ciudad o de alguna casa amiga’…
Así le hablaron las cuatro y ella así le respondió:
DEMÉTER:
‘Os saludo, hijas queridas, quienes quiera que seáis,
Dós es mi nombre de pila, el que mi madre me puso.
Y yo he venido desde Creta, tras el ancho mar.
Después de que unos piratas me cogieran por la fuerza,
pero al fin pude escaparme y aquí llegué vagabunda.
Que los dioses os concedan buenos esposos e hijos,
pero tened compasión de mí, que soy una anciana.
Y decidme si sabéis de una casa dispuesta
 a darme techo y sustento a cambio de mis servicios.”
CORO.
Así les habló la diosa y la más alta le dijo:
‘Anciana venerable, bien sabes que nosotras
debemos soportar, lo que quieren los dioses,
puedo darte los nombres de algunos muy poderosos
que a gusto te acogerían al ver tu aspecto de Diosa.
Pero aguárdate primero a que vayamos a casa

y hablemos con nuestra madre para pedir su opinión’.
Así dijo y sin más tregua regresaron las hermanas
con sus cántaros de vuelta. Y de acuerdo con su madre,
volvieron junto a la Diosa, para invitarla a su casa.
Y allí mismo la encontraron donde la habían dejado,
cuando la diosa llegó a la casa de Celeo,
allí en el pórtico estaba una madre con un niño
y al entrar en el umbral la Diosa se iluminó.
Cuando la vio Metanira de esta manera le habló.
(Metanira)
‘Yo te saludo, mujer, que tienes tan noble porte,
en tu mirada se ve que eres de sangre real,
¿puedes criarme este niño que me ha llegado tardío?
Si tú consigues criarlo y que llegue a ser un mozo,
serás la envidia de muchos que verán tu recompensa’.
 (Deméter)
También te saludo yo como a ti te corresponde
 y ten por seguro que yo me encargaré de tu hijo
que crecerá sano y fuerte y nada le faltará.
(Coro)
Así criaba la Diosa al hijo de Metanira
 y crecía como un Dios de ambrosía amamantado
 y por la noche dormía entre tizones oculto.
Mas una vez Metanira descubrió lo que pasaba.
Cuando Deméter lo supo así le habló a Metanira:
‘Hombres que sois ignorantes de lo bueno y de lo malo,
Tú por tu propia ignorancia, te has buscado la desgracia,
pues iba a hacer a tu hijo inmortal como los dioses,
mas ya no puede escapar a la muerte ni al destino.
Yo soy la diosa Deméter, la que ofrece las cosechas,

y dispongo que en mi honor se me levante un gran templo
y un altar dentro de él al pie de la ciudadela
pues de ahora en adelante me rendiréis pleitesía.
(Coro)        
Y al decir estas palabras mudó de aspecto la diosa
se quitó la vejez y volvió a ser hermosa,
Una luz cegadora de su cuerpo salía.
Quedó muda Metanira sin acordarse del niño
que lloraba en el suelo sin que nadie lo oyera.
Y las mujeres trataban de apaciguar a la diosa
Durante toda al noche hasta despuntar el alba.
Por fin ordenó Celeo que construyeran un templo
 y un altar en su interior como la diosa quería.
Y hasta que no lo acabaron ningún hombre descansó.
Allí la diosa Deméter, alejada de los dioses
permanecía muy triste, apenada por su hija.
Y aquel año provocó que fuera el más espantoso,
que los hombres conocieran sobre la tierra fecunda.
Pues en ninguna región medraba semilla alguna,
que Deméter se encargaba de mantenerlas ocultas.
En vano curvos arados se hincaban sobre la tierra.
 y toda la raza humana habría muerto de hambre
 y no habría más ofrendas a los Dioses inmortales,
si Zeus que todo lo ve no se hubiera dado cuenta.
Pero fue enviada Iris a convencer a Deméter,
la de hermosa cabellera, por orden del mismo Zeus.
Llegó hasta Eleusis la diosa y en su templo la encontró,
con una túnica oscura y de este modo le habló:
IRIS:
‘Deméter escúchame, que es el mismísimo Zeus
el que te ordena volver con los dioses sempiternos.
Vuélvete pues con los tuyos y obedece sus mandatos.’
(Coro)
Así le habló suplicante mas no convenció a la Diosa.
Pasó un día y luego otro y la Diosa no cedió,
por eso Zeus mandó a Hermes que fuera al Hades
y que trajera a Perséfone a los brazos de su madre.
Al punto Hermes partió y se encontró al soberano
en sus oscuras moradas, junto su esposa muy triste.
El asesino de Argos de este modo así le habló:
HERMES:
‘Hades de oscuro cabello, soberano de los muertos,
el padre Zeus te ordena que dejes libre a Perséfone
 y que vuelva con su madre para que cese su odio,
pues ya tiene planeado aniquilar a los hombres
 y ha ocultado la semilla, para que no hagan ofrendas
 y alejada del Olimpo alimenta su rencor
 y sentada permanece junto a su templo de Eleusis.
(Coro)
Así habló el Argicida y escuchó sus palabras
el señor de los muertos, que a Perséfone dijo:
HADES:
‘Debes volver con tu madre y que te vea contenta,
yo seré un esposo digno, pues soy hermano de Zeus
 y mientras estés conmigo serás reina soberana…
(coro)
Al escuchar sus palabras, Perséfone se alegró
pero antes de partir tomó un grano de granada,
que es dulce como la miel y que Hades le ofreció
porque sabía que así tendría que regresar.
Cuando Hermes la condujo hasta el templo de Deméter
se abrazaron madre e hija con una inmensa alegria,
mas negro presentimiento tuvo la diosa Deméter:
DEMÉTER:
Escúchame hija querida, tan sólo díme una cosa.
¿No habrás probado bocado mientras estabas abajo?
porque si aún no lo has hecho podrás vivir con nosotros,
pero si algo comiste, tendrás que volver allí,
pasarás los inviernos en la tierra profunda
 y al llegar el calor y la tierra esté verde
con nosotros vendrás a reunirte de nuevo.
PERSÉFONE:
Quiero contártelo todo en verdad y sin engaños,
cuando Hermes me salvó yo di un salto de alegría
pero entonces sin querer probé de aquella granada.
CORO:
Zeus Al fin envió a Rea con un mensaje
para traer a Deméter junto al resto de los dioses,

y prometió concederle los honores que quisiera.
también vio con buenos ojos que la muchacha estuviera
una parte entre tinieblas y dos partes con su madre.
A cambio Zeus le pedía que cesara en su rencor

e hiciera crecer el fruto que da la vida a los hombres.
Al oír esto Deméter serenó su corazón
e hizo brotar el fruto en los campos de labranza 
y la tierra antes estéril se convirtió en un jardín.
Desde entonces en Eleusis, en honor de la diosa
se celebran los misterios que no se pueden contar.
¡Felices aquellos hombres que los hayan conocido!
    
      -Eurípides, Helena, vv. 1303 ss:

Coro.
Estrofa 1ª.
Hace tiempo, la Madre montaraz de los dioses con pie ligero se precipitó por boscosas cañadas, siguiendo el curso de los ríos y por la onda marina que truena sordamente, en busca de su hija lejana, la doncella de nombre impronunciable. Los crótalos ruidosos producían un estridor agudo, cuando se reunieron con la diosa, a quien un carro transportaba arrastrado por fieras, las de los pies tan rápidos como el huracán, Ártemis con su arco y la inmortal de mirada terrible, completamente armada y con lanza, las tres en pos de la doncella que fuera arrebatada de las danzas en rueda virginales. Pero Zeus, que todo lo contempla desde su trono celestial, otro destino había decretado.
Antístrofa 1ª.
Cuando la Madre quiso poner fin al cansancio de sus carreras y a su vagabundeo, después de haber buscado en vano al falaz raptor de su hija, atravesó las níveas atalayas de las ninfas ideas y, en su dolor, se dejó caer sobre la espesura de rocas cubierta por la nieve. No fertiliza ya con la labranza, para provecho de los hombres, las llanuras estériles de la tierra, hace que perezca el linaje de los mortales y no deja que crezca para el ganado el alimento fresco y verde de hojas rizadas. La vida ha abandonado las ciudades; no hay sacrificios en honor de los dioses, ni se queman ofrendas en los altares. Y, perseguida siempre por la pena de su hija, no permite siquiera que las fuentes manen sus aguas frescas y claras.
Estrofa 2ª.
Una vez que ella suprimió los festines para los dioses y para el género humano, Zeus, intentando apaciguar la nefasta cólera de la Madre, dijo: “Andad, augustas Gracias, id a calmar el dolor de Deo, tan irritada a causa de su hija, con vuestro alalá jubiloso, y vosotras, Musas, con los himnos de vuestros coros.” Entonces Cipris, la más bella de los bienaventurados, por vez primera hizo sonar la infernal voz del bronce y los tambores de tenso cuero; y la diosa rió y tomó en sus manos, divertida con sus acentos jubilosos, la flauta de profundo sonido.

- Ovidio, Metamorfosis IV, 391  y ss:
“Mientras Proserpina coge violetas y blancos lirios fue vista, amada y raptada por Dis. La hija es inútilmente objeto de las búsquedas de su angustiada madre. Largo tiempo costaría decir las tierras y los mares por los que anduvo errante la diosa. Por fin se enteraba de que su hija había sido raptada. Aretusa  sacó de las aguas eleas la cabeza y dijo: “mientras me deslizaba bajo tierra por el abismo de la Estige, vi allí con mis ojos a tu Proserpina, reina es en todo caso y la más grande del mundo oscuro, y la consorte augusta del soberano de abajo”.

c. Representaciones en el arte:


-Pintura:
 
J. Thronhill, (1704-1705), UK, London, Government Hospitality, Lancaster House

Niccolo dell' Abbate, ( 1509-1515), Musée du Louvre, París

Rubens, ( 1636-1637), Museo del Prado

Durero, (1516), Series de grabados.

J. Heintz, (ca. 1595), Gemäldegalerie Alte Meister
Luca Giordano, (1684-1686), Palazzo Medici-Riccardi

El rapto de Ganimedes

en la antigua Grecia las relaciones amorosas con efebos estaban socialmente aceptadas, por tanto no es de extrañar que existan varias historias mitológicas en las que un dios o un héroe rapte a un muchacho varón.
En este caso pondremos como ejemplo, por ser uno de los más conocidos y representados en el arte, el rapto del joven Ganimedes por parte de Zeus.

Ganimedes era de origen troyano, hijo de un rey, según unas versiones de Tros, según otras de Ilo y descendiente de Dárdano. Entre sus ocupaciones estaba la de guardar los rebaños de su padre en el Monte Ida en Frigia. Fue en ese lugar donde Zeus lo vio, y quedándose prendado de su belleza, un águila (o el propio dios metamorfoseado en una) lo raptó y se lo llevó al Olimpo. Allí lo convirtió en su copero particular, suplantando a su propia hija Hebe en esta tarea y, como compensación, al padre de Ganimedes le regala unos caballos divinos y una copa de oro.

Este hecho enfureció a Hera (pues era la madre de Hebe), que trató con desprecio al muchacho, y se dice que esta fue una de las causas que motivó el odio de la diosa hacia los troyanos.

Finalmente y, por acción de Zeus, Ganimedes se convertirá en la constelación Acuario (Aquarius); por eso es habitual que dicha constelación en la antigüedad se describiera como un muchacho que vaciaba un recipiente de agua en el río Acuario.

b. Referencias literarias:

El rapto de Ganimedes ha sido un mito extensamente tratado en la literatura grecolatina, aunque aquí nos centraremos en dos autores Homero y Ovidio.
-Homero, Ilíada, XX, 232, y ss:

Y, a su vez, de Tros nacieron tres intachables hijos,
Ilo, Asáraco y Ganimedes, comparable a un dios,
Que fue el más bello de los hombres mortales.
Lo raptaron los dioses, para que fuera escanciador de Zeus,
por su belleza y para que conviviera con los inmortales.

-Homero, Ilíada, V, 265, y ss: en este pasaje se hace referencia al regalo que hace Zeus al padre de Ganimedes como compensación por el rapto de su hijo:

[…] son de la misma raza que los que Zeus, de ancha voz dio en pago a Tros por su hijo Ganimedes; por eso son los mejores caballos que hay bajo la aurora y el sol. (Trad. Emilio Crespo Güemes)

- Ovidio, Metamorfosis X, 155 y ss:

El rey de los dioses ardió en otro tiempo de amor por el frigio
Ganimedes y se encontró algo que Júpiter prefería ser
antes que lo que era. Sin embargo, no se digna transformarse
en ave, a no ser la que pueda llevar sus rayos.
Sin demora, tras batir el aire con sus falsas alas,
raptó al Ilíada, que ahora prepara también las bebidas
y sirve el néctar a Júpiter contra la voluntad de Juno.
(Trad. A. Ramírez de Verger y F. Navarro).

c.  Representaciones en el arte: nos centraremos en la pintura y la escultura.

Mazza, 1575, Galería Nacional de Londres

 Rubens 1611/12, Palacio Schwarzenberg de Viena