miércoles, 23 de noviembre de 2011

Penelope o Nausícaa

Entre los personajes femeninos que inmortalizó Homero, Nausícaa ocupa un lugar especial.
 Es la mujer más dulce; es la joven pura y bella.ç
 También es entre esos personajes uno de los que menos ecos literarios han tenido.
Nausícaa, esa dulce y hermosa joven, pudo representar la más pura y bella tentación para desviar a Odiseo de su camino hacia Itaca.
 Hay en Homero una cierta tenue insinuación de que así pudo haber sido.
Los calificativos con que la adorna Homero dan cuenta de la belleza y la pureza de la joven Nausícaa.
Su belleza deslumbra a Odiseo, cuando éste despierta en la costa de Esqueria y, desnudo y maltratado por el mar,
 se atreve a presentarse ante ella, cubriendo su sexo con ramas,
 para pedirle alguna vestimenta. La belleza que tiene ante sus ojos es tal,
 que le pregunta si es una mortal o una divinidad, y desde ya,
declara venturoso a sus padres y hermanos, si es que es ella un ser humano.
 E igualmente venturoso sería quien mereciera desposarla.
Odiseo envidia al varón que será esposa de tan hermosa doncella.
 La tentación de un dulce hogar parece más explícita.
 La tentación es intensa: quedarse con ella; dejar ya el duro navegar,
 hostilizado por la deidad; gozar la dulzura de un nuevo hijo. Pero reacciona el marino y triunfa de ella.

Asi que creo que tú no eras Penélope sino una corriente Nausicaa que casi me desvia de mi caminoa Itaca.

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